- Hacer comentarios negativos de cualquier miembro de la familia, especialmente de sus padres.
- Los prejuicios, es decir dar por supuesto que el otro es como yo digo que es.
- No dar oportunidades de cambio.
- No perdonar los errores.
- Expresar en alto mis emociones negativas buscando apoyo emocional de los hijos.
- Obligarlos a decantarse emocionalmente por uno de los dos o por cualquier miembro de la familia con el que tengamos tensión.
Las familias emocionalmente saludables, son las que tienen como objetivo el avance y el crecimiento de todos sus miembros. Cualquier persona, de cualquier tipo de familia, puede ser susceptible de vivir en conflicto emocional. Pero la peor parte, se la llevan siempre los que menos solidez tienen, los hijos.
Hay errores que se cometen y que tenemos que evitar.
Ellos no están preparados para ejercer de apoyo emocional a sus padres, no son profesionales, no son adultos, por muy maduros que nos parezcan.
Podemos evitar actuaciones negativas como:
[…] Puedes reconstruir lo dañado. Acercaté a personas que sí te ven y te valoran tal y como eres y no te juzgan. Personas libres y auténticas, con paciencia y acogedoras. No elegimos donde nacemos, pero si puedes elegir a tus amigos y a personas dispuestas a ayudarte a sanar. Lee libros de personas que ya pasaron por donde tú has pasado y lo superaron. Si no sabes pregunta. Ve películas de personas que alimentan tu alma. Reconstruir el interior lleva su tiempo pero se puede. Paso a paso, día a día…seguir leyendo […]
[…] cimientos de la vida de un niño, son básicamente su familia… Esto es así, si son buenos referentes y si hacen buenos reflejos al niño. Así el niño y […]
[…] Hazte un favor, escucha tu corazón a lo largo y a lo ancho…y sé libre…sigue leyendo […]
Para mi, lo más importante es la familia, y verdaderamente los padres y hermanos, son los que siempre están ahí, tanto en lo bueno como en lo malo..