EL PILAR DE MI VIDA

Los pilares de mi vida, las bases para la autonomía y libertad, se tarda años en conseguirlos. Ver hechos realidad los sueños que tenemos desde pequeños, llevan un camino. Pero desde que nacemos, vivimos en el proceso de conseguirlo.

Los cimientos de la vida de un niño, son básicamente su familia… Esto es así, si son buenos referente, si hacen buenos reflejos al niño. Así el niño y adolescente, está construyendo sobre pilares sólidos.

Referirnos a ese lugar profundo que le habita, su conciencia, a su bondad y capacidades para vivirse libre y auténtico. El acento puesto en su crecimiento.

Cuando hablo de los pilares, los pilares de mi vida, me refiero lo que está en tu corazón desde la infancia; las aspiraciones profundas a construir un mundo mejor.

Sin embargo, no puedo decir que el camino hasta llegar ahí sea fácil. El sendero de ninguna persona que permanezca fiel a su corazón. Más difícil, cuando todo parece ir en contra.

Nacer en un contexto familiar de enfermedad afectiva y emocional, ya es empezar a tener difícil establecer los pilares. A veces, es la misma dificultad la que no te permite conformarte con no hacer nada, y hacer fuerza de flaqueza.

Los pilares, no son los ideales. Es la puesta en pie de tus capacidades reales, especialmente las dirigidas a que este mundo en que vivimos, sea mejor.

La fuerza de tu vida, no estarán en los títulos académicos, ni en el reconocimiento social; ni en la cantidad de amigos o gente que te quiera, ni en tener un coche ni una casa de lujo; ni una cuenta bancaria llena. Los pilares tienen que ver con quien eres, con lo que aportas de autenticidad, con tu camino y la luz que se va abriendo a tu paso.

Tu solidez, va más allá de ti mismo…El pilar de mi vida, te diré con total seguridad, que el bien que te habita, es impulsado por el Bien mismo, por una fuerza mayor, que te trasciende. Este Bien por amor mismo, más allá de tus fuerzas o expectativas se abre paso en ti. Pero nada se hará en ti, sin ti.