Enciende tu luz, es una metáfora para animarte a vivir según tu conciencia. Encender la luz es un gesto cotidiano que hacemos cuando entramos a casa. Cuando entramos en una habitación oscura, cuando conducimos sin visibilidad. Enciendes la luz cada vez que lo necesitas. La luz , nos aporta, alegría, calidez, alarga nuestros días. Podemos planificar así cenas, encuentros, estudio, lectura. Los escaparates, los centros comerciales activan así sus ventas.
Encender la luz, es también un acto de amor propio cuando se trata de cuidar que nadie apague tu luz. Es ese espacio interior de amor propio, de dignidad. ¡Enciendelo! . Muchas veces me pregunta la gente cómo puede mejorar la autoestima. Es fácil de entender, pero es una experiencia que hay que hacer. Hay cosas que no se entienden hasta que no se experimentan. No todo el mundo está dispuesto a pagar el precio de ser uno mismo.
En mi experiencia personal, crecer en dignidad y amor propio, ha significado dejar atrás muchos sucedáneos de felicidad. Compensaciones, cierta tranquilidad, sucedáneos de amor. El amor propio tiene que ver con una gran capacidad y entereza para vivir en muchas ocasiones soledad y dificultad.
Si tus pasos no han estado bien encaminados desde el principio y parte de tu valía personal se sostiene en el reconocimiento de otros, quizá ser tú mismo te lleve a un periodo amplio de poda personal. Caerán las personas y actividades que no te ayudan a quererte.
Hay cosas que nos estarías dispuesto a permitir en tu vida. Como decimos en lenguaje popular, entrar por el aro de cualquier cosa. Pagar un alto precio, por algo de cariño.
Aún con las amenazas exteriores, en ese espacio interior hay lugar para la entereza. Con tu silencio dices no, igual que con la palabra. De nada sirve el alarde de luces sino puedes percibir calidez humana, si no puedes ser auténtico o la libertad brilla por su ausencia en tus relaciones.
La única luz que vale es la que dignifica. Tu felicidad no depende más, que de la fidelidad a tu conciencia. Encender la luz en este sentido, es apostar una vez más por una humanización de tu propia existencia. Cada vez que una luz se enciende, una constelación brilla a su lado…Seguir leyendo.