El origami puede ser una forma de crecer por dentro. Todos los trabajos manuales, pueden ayudarnos a crecer por dentro, porque nos mantiene concentrados. Esta técnica japonesa, para crear figuras con papel plegado, tiene muchos beneficios para el desarrollo de nuestra interioridad. Toda técnica creativa que nos ayude a desconectar la mente de pensamientos negativos y repetitivos es saludable.
Hay a quien le ayuda pintar de forma libre, o copiando un modelo. Lo mismo pasa con otras actividades de índole creativo. El objetivo es desconectar la mente de esos pensamientos que nos dañan porque nos llenan de basura emocional.
Tiene múltiples beneficios. Imagina un papel blanco, liso y sin marcas. Ahora imagina que ese papel se transforma en una grulla, un dragón o una flor, todo ello a través de la magia de tus propias manos. El origami, es un arte que no solo crea belleza. Es un viaje hacia la paciencia, en un mundo donde todo es instantáneo, nos enseña el valor de la paciencia. Cada pliegue, cada giro, cada paso lleva su tiempo. Y al final, la recompensa es una obra de arte creada por ti.
Es una meditación en movimiento, es como una danza tranquila entre las manos y la mente. Requiere concentración, lo que ayuda a alejarse de las distracciones y a centrarse en el presente. Es una forma de meditación en movimiento que calma la mente y el espíritu. Fomenta la creatividad, no tiene límites.
Cada figura completada es un logro. Esto puede ayudar a ganar confianza en ti mismo y a creer en tus propias habilidades. Además ayuda desarrollar la la resiliencia. No todas las figuras salen bien a la primera. Pero cada error es una oportunidad para aprender y mejorar y a no tener miedo a los fracasos.
