No hay un camino igual para todos, cada quien tenemos que descubrir el nuestro. Una de las claves para crecer en inteligencia espiritual es escuchar las señales de la vida, tener una curiosidad sana por comprender lo que sucede a nuestro alrededor y también lo que nos sucede por dentro en relación a los acontecimientos.
Los símbolos representan algo más que su forma o apariencia. os permiten comunicarnos, expresarnos, pensar y crear. Son parte de nuestra cultura, nuestra historia y nuestra identidad. Los símbolos tienen diferentes significados según el contexto, el tiempo y el lugar en que se usan. Pueden ser visuales, sonoros, gestuales, numéricos o lingüísticos. Algunos ejemplos de símbolos son las letras, los números, los colores, las banderas, los logotipos, los emojis, los gestos, los sonidos, etc.
Un día me encontré una libélula cuando me bañaba en la piscina. Era de color naranja, y me puse a investigar sobre lo que simboliza espiritualmente. Es normal que los animales de la naturaleza, según lo que sentimos nos despierten emociones y marquen a las distintas culturas y religiones. Fomentar esta curiosidad es, es abrirnos a un mundo infinito vivir conscientes, abiertos espiritualmente y amplificar el sentido de la vida más sentido de la vida más allá de lo material y las apariencias.
¿Sabes que simboliza la libélula ? De todos el que más me ha gustado es el de ser símbolo de nuevos comienzos, del resurgir. Si es de color naranja, como es el caso de la que yo vi, entonces es un refuerzo de su propio significado: alegría, prosperidad, nuevas etapas.
Toma impulso y comienza con fuerza, la naturaleza trae vida, inspírate en ella y ¡adelante!.
Te propongo una actividad.
