A menudo pensamos, equivocadamente, que ser libres es poder hacer lo que nos da la gana. Ese concepto de la libertad, nos llevaría a un mundo caótico. No todo lo que nos apetece hacer, es lo que más nos conviene en cada caso. La libertad es más bien crecer y avanzar con sentido y orden.
No todo lo que nos gustan, tienen el mismo orden de importancia, ni nos aportan lo mismo. Por ejemplo, pasar la tarde viendo películas y comiendo palomitas, está bien en ciertos momentos. Pero si pasamos el mes tirados en el sofá viendo películas y comiendo palomitas, tenemos un problema de salud.
Tener aspiraciones, sueños, responsabilidades nos da sentido y nos marca un ritmo en la vida. Tendemos a relajarnos, a buscar lo fácil, lo cómodo. Pero en realidad, rendirnos nos aliena. La alienación es el camino más directo a la pérdida de sentido a la falta de libertad. ¿Estás de acuerdo?.
Es muy fácil confundirse, cuando llegan celebraciones populares o religiosas. Ayuda mucho, conocer el origen de las celebraciones, su evolución y en lo que se está convirtiendo hoy.
Vemos, que al aproximarse el 31 de Octubre las tiendas se ven llenas de máscaras, trajes de monstruos, atuendos de brujas, calabazas con expresiones terroríficas, etc., Predomina el terror. ¡Cada quién se divierte cómo quiere!. Yo lo respeto. Pero he de contar que el primer disfraz que le pusieron a mi hija en un colegio su maestra de infantil fue la de el Joker, el payaso asesino de EEUU. Gracia no me hizo ninguna.
¿No te has preguntado que tiene esto que ver las máscaras de terror, con el recuerdo a nuestros seres queridos que ya no están entre nosotros?.
Es otra cultura, otro grupo de personas. El problema está en cuando la fiesta puede hacernos no diferenciar entre la cultura del amor y del odio, la cultura de la confianza o el miedo, cultura de la Vida o la muerte. Son valores y contra valores.
Unos y otros, además, provocan en las personas sentimientos y acciones totalmente diferentes. La conocida frase del » ¿Truco o trato? si no me das dulces te mato, no tiene nada de infantil. La violencia no es graciosa, ni son cosas de niños. Que te lancen un huevo sino les das dulces, es un acto agresivo.
Independientemente de si somos creyentes o no, conocer, te capacita para elegir en libertad.
En cualquier caso, que desconocer no sea un problema para elegir. No dejes que otros decidan por ti como quieres vivir. Si vives la fiesta, sé consciente.
¿Te unes a la cultura de la Vida y la conciencia? Vivir en positivo, respetar e integrar lo bueno. Esa es mi propuesta.
Te dejo un enlace con un cuadro para ayudar a diferenciar el sincretismo religioso que vivimos en la actualidad.