La primera actitud para vivir en positivo, no juzgar a los demás por sus apariencia. Es decir, no encasillarlos, calificarlos o descalificarlos sin conocerlos. La verdadera batalla empieza aquí. El mal frente al bien. Gente que no quiere a nadie más que a sí mismo. Lo único que vale es lo suyo. Sus pensamientos, sus acciones, su vida. La primera actitud para vivir en positivo es no juzgar a los demás.
El profesor de Trévor, de la película Cadena de favores desde el principio de la película vemos que tiene la cara quemada. En el desenlace de la película cuenta que fue víctima de los malos tratos de su padre. A veces, juzgamos a los demás por sus apariencias, por la primera impresión sin darnos la posibilidad de conocernos.
• ¿Qué pasaría si nos diéramos la oportunidad de conocernos en profundidad?
• ¿Cómo serían las relaciones si nos pudiéramos en el lugar del otro?
La verdader batalla no está en las diferencias de color, raza, política o religión. La verdadera diferencia viene marcada por querer o no querer juzgar. Querer hacer el bien o no. Amar o por el contrario vivir odiando.
No juzgar es, no etiquetar, es darnos la oportunidad de conocernos de verdad como somos. ¿Hay alguna persona en tu vida que te juzga sin conocerte? ¿Hay alguien que has etiquetado sin conocerlo?. Empieza tu cadena de favores por no juzgar. Perdona, disculpa…ten paciencia y ¡date una oportunidad de ser feliz cada día!. No te juzgues a ti tampoco por no ser perfecto. En realidad, nadie lo es. La perfección está en levantarse cuando nos caemos y seguir intentando ser la mejor versión de ti mismo cada día. ¡Sigue intentándolo!