En el corazón de sí mismo habita el amor, la fe y la verdad. Tu corazón es tu ser, tu alma, tu fondo.
En el corazón sí mismo sentimos la interioridad, el amor, la fe, la verdad y las ganas de vivir.
No es por tanto el corazón solo el lugar de los afectos. Es un lugar vivo donde poder descansar y encontrar paz, amor, verdad, justicia, fe…Las prisas no nos ayudan a escuchar el latido de nuestro corazón, las prisas nos hacen olvidarnos de que lo importante es escuchar nuestro latido, nuestra vida, nuestros valores, nuestros amores… ¡Sal de ti mismo!, de la rutina, la superficialidad, la prisa, la falta de ganas, la apatía, la duda, la queja, la tristeza…¡Sal!….Dentro de ti se abren los caminos infinitos de posibilidades de ser feliz y avanzar hacia nuevos caminos no transitados de humanidad y creatividad, de fe y espiritualidad. En el corazón de sí mismo encontramos la fuerza en la vida para vivir las dificultades. Las dificultades en la vida existen, entonces ¿dónde te vas a apoyar cuando sean fuertes si tú estás débil en tu corazón?.
Trabajo para interiorizar y ponerse en marcha:
1. ¿Tengo experiencia de haber hecho relajación o silencio alguna vez? ¿Cuándo?.
2. ¿Cuál es actualmente aquello que dificulta que pueda escuchar mi propio interior?.
3. ¿He intentado hacer algo para salir de esa dificultad? ¿Qué?
4. ¿Me ha funcionado? ¿Qué me hace decir que funcionado? O ¿qué me hace decir que no ha funcionado?
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