Es el cine una poderosa arma para transmitir historias. El príncipe de Egipto, es una película que nos versiona la historia de Moisés. Hay muchas formas de conocer las historias de la Biblia, una de ellas es el cine. El príncipe de Egipto, nos recuerda que aún, sigue habiendo personas opresoras y oprimidas.
Los grandes valores que transmite la Biblia, son la libertad, la búsqueda del bien, la justicia y la paz. Aún hay personas que sufren la injusticia, la esclavitud y el maltrato.
Aún hay vez quiénes siguen interesados en que no seamos tratados igual. Hay personas que siguen marginando a los demás por no ser de su religión. Los faraones, existen. Personas a las que no les importa hacer daño a los demás o arruinar su vida.
Las historias bíblicas se escribieron entre otras cosas, para crear memoria histórica. También para que reflexionemos y no cometamos los mismos errores y horrores.
Los relatos, son un patrimonio, un legado del primer pueblo, el pueblo fundacional.
Las normas de comportamiento de un pueblo creyente, son las normas que rige el propio sentido común. Ellos las aprendieron después de cometer todos los errores.
Los faraones, no fueron precisamente, ejemplo y modelo de tratar a los demás bien.
Esta historia la recomiendo, porque nos habla del valor del respeto a la vida humana. Además de la diferencia que existe en la conducta de las personas, cuando hacemos las cosas desde el amor y la fe. También es un ejemplo vital Moisés, de que podemos cambiar de vida si nos mueve la conciencia.
A veces no tenemos claros ejemplos de vivir según la conciencia. Pero en nuestra historia pasada, podemos encontrar personas cuya vida se dirigió por ella.