La depresión y el silencio en la adolescencia y la infancia, un tema muy serio. El silencio puede ser una manifestación de depresión. Hay niños y adolescentes que lo sufren. Hemos de saber que uno no se deprime porque quiera. Cuando un sentimiento de tristeza lo inunda todo…no puedo conectar con la alegría de vivir. No es cuestión de voluntad, es una imposibilidad. Si este estado es algo puntual, es normal, pero si durante un largo periodo permanezco en este estado y todo lo que es mi vida: familia, amigos, aficiones no me levantan el ánimo, entonces es bueno que pida ayuda para que no vaya a más. Somos los adultos los que tenemos la responsabilidad de estar atentos. La psicología es ciencia y es observable que un niño o adolescente está mal. No miremos para otro lado.
La tristeza es normal cuando tengo un motivo real para estar triste. Por ejemplo, si alguien me ha hecho un vacío afectivo, si un amigo deja de hablarme, si ha fallecido alguien importante o se ha ido a otro país por diferentes motivos. Estar triste, hacer un duelo para adaptarme y aceptar lo nuevo y avanzar es normal.
Hay personas que vienen de otros países. Los primeros días sus rostros son tristes…Es normal. Acaban de dejar su país. Aunque vengan con su familia, dejan todo lo conocido hasta ahora. Seamos comprensivos y empaticemos.
Conocí un chico de 13 años que nunca hablaba. Un día, discretamente le dije que me preocupaba su silencio. Y me contó, que hacía un tiempo vio como mataron a su hermano de 10 años, en la calle, con un disparo. Desde entonces…no hablaba. Me sorprende aún que pudiera contármelo. Espero que aquello le ayudara a sentir por lo menos, que alguien durante unos momentos, no juzgó su silencio. Me senté junto a él y le expresé mi admiración por su fortaleza. Le agradecí que pudiera compartirme algo tan doloroso.
No dejes pasar la oportunidad de salir de la tristeza,si alguien se sienta a tu lado y te tiende la mano. Una mirada comprensiva puede abrirte la puerta herida para empezar a sanar y abrazar de nuevo la vida.