Nadie pertenece a nadie. Amor posesivo no es amor. Con frecuencia, las canciones y películas que se ponen de moda, llevan un mensaje explícito o implícito que puede conducir a errores :Quien te ama, te posee y le perteneces.
Un mensaje erróneo tras otro que confunde. mensajes como, Quien te posee tiene derechos sobre toda tu persona. Con tu cuerpo se puede jugar y luego cambiarte si otro cuerpo es mejor. El cuerpo es un producto para consumir desligado de sentimiento y sensibilidad.
¿De verdad vamos a permanecer impasivos tragándonos todo este tipo de mensajes?
De nada sirve hablar a los jóvenes de sexualidad para evitar enfermedades. La peor enfermedad se nos está ocultando: ¿Qué es amar?.
Hay gente que es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que desean. También en las relaciones personales.
También en el amor.
Hay cosas que tienen que estar claras. Amor posesivo, no es amor, el amor no se compra, ni se vende. El amor de pareja, no se reduce al deseo. El amor así entendido es una forma de maltrato, de alienación.
Tratar a las personas por la utilidad que nos aporta, te convierte en una cosa. Te cosifica. Entonces te debilitas. Si eres capaz de permitir cualquier cosa, cuando quieras darte cuenta, te sentirás triste, deprimido, enganchado, maltratado. Amar no es poseer a alguien.
No lo habrás querido, pero has llegado hasta ese punto, si no lo escuchas, si no lo quieres conocer en todas sus dimensiones.
Una de las características del amor es la admiración por el otro. Lo que significa que soy capaz de alcanzar con mi corazón el suyo. Entonces, todo cambia.
Es una buena forma de empezar a ser libre y un buen motivo para respetar. No reducir a las personas a nuestras necesidades. Se quiere porque se quiere. El amor te hace crecer, no te empequeñece. Te da alegría, no te entristece. Te hace vivir, no te mueres por nadie.
Cuanto más fuerte estás por dentro, más y mejor amarás. Cuanto más sólido, mejor aceptarás un no por respuesta. O un sí, sin perder la cabeza por ello.
Hay personas, todos lo sabemos, capaces de pegar o chillar a otra, simplemente porque no hace lo que espera de ella. O de hacer algo contrario a su voluntad, por contentarla.
Tanto una cosa como otra, nos alejan de nuestro centro, del amor. Aprender a amar, requiere un camino que hacer, es normal confundirnos. Pero si estás dispuesto a aprenderlo y te rodeas de personas que saben bien de este camino, ya estás en camino. Ya has empezado. ¡Adelante!.