Esta es una película que realza el valor de las buenas acciones hacia las personas que nos rodean. Las acciones cotidianas hechas con la intención de mejorarme a mí mismo o aportar algo positivo a los demás, son de las cosas que más valor tienen. Además están al alcance de todos.

Es el valor por excelencia que Jesús de Nazaret, el fundador del Cristianismo puso de manifiesto, el valor del Amor incondicional.  No hay que esperar a ser adulto para vivir el valor de la ayuda, la responsabilidad, autonomía, madurez, libertad. Todo eso ya puedes vivirlo hoy.

¿Por quién estarías dispuesto a hacer una buena acción? ¿Conoces personas que han hecho algo bueno por los demás?.

La historia nos demuestra que hacer el bien no siempre es señal de éxito social, a veces hasta se pierde la vida por estar en el lugar que a otros les molesta porque nuestra presencia denuncia malas actitudes de los demás aunque no queramos. Esa es la historia de Trévor, un buen chico que no se cayó ni se quedó pasivo ante la injusticia, la violencia ni el acoso.

Empieza ahora mismo a pensar en esas personas por las que ya hoy puedes empezar a mejorar el mundo, no seas un espectador, ¡actúa!.