Agua es de esas películas que te ponen el pelo de punta, por la cruda realidad que muestra. En Agua, una niña de 8 años, tiene que vivir la injusticia de un sistema social y religioso inaudito. Las religiones, a veces, o con demasiada frecuencia, se convierten en una excusa para la manipulación de las personas, se pervierten.
Agua, es una buena película para poder tomar conciencia de esta realidad que aún persiste en la India. La realidad de las niñas que son dadas en matrimonio desde que nacen, privándolas del derecho a elegir con quien quieren casarse.
Esta historia de Chuyia nos hace tomar conciencia de todo lo que han hecho personas como Gandhi o Jesús de Nazaret en favor de los derechos de las personas. Personas que han denunciando las leyes, cuando solo son una excusa para manipular a una sociedad.
¿Quién puede desear que haya personas que sufran? Solo quien se beneficie de ello.
Nadie dijo que ser auténtico y libre fuera fácil. Pero hay personas en todas las culturas que abren caminos. Recordemos la vida de Gandhi. Abrió un camino de esperanza en la India. A Jesús de Nazaret, que mostró que otro mundo es posible si tratamos a los demás como nos gustaría ser tratados.
El matrimonio infantil es una práctica común en la India, especialmente en las zonas rurales
Es una clara violación de los derechos humanos básicos de las niñas, incluido el derecho a la educación, la libertad y la igualdad. Las someten si enviudan a la pobreza más extrema, porque las echan de la familia.