Hay muchas formas de conocer las historias de la Biblia, una de ellas es el cine. La película El príncipe de Egipto, nos recuerda que aún sigue habiendo personas opresoras y oprimidas. La libertad, la búsqueda del bien, la justicia y la paz, son los grandes valores que transmite la Biblia a través de sus relatos.

Moisés saca de Egipto a los judios y sigue siendo de actualidad que hay personas que sufren la injusticia, la esclavitud y el maltrato. ¿Quiénes en nuestra sociedad siguen interesados en que no seamos tratados igual? ¿Quiénes siguen marginando a los demás por no ser de su religión, raza, sexo, pensamiento? ¿Quiénes siguen ejerciendo violencia sobre otras personas?.

Las historias bíblicas se escribieron entre otras cosas, para crear memoria histórica y reflexionemos para que no cometamos los mismos errores y horrores. Los relatos, son un patrimonio, un legado del primer pueblo, el pueblo fundacional.

Las normas de comportamiento de un pueblo creyente, son las normas que rige el propio sentido común y que ellos aprendieron después de cometer todos los errores.

  1. No robar, no matar,
  2. No ser infiel a tus promesas de amor en el matrimonio.
  3. No hablar mal de los demás e inventar historias que dañen su imagen y honor (blasfemias y falsos testimonios).

En definitiva tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti. Así de sencillo, y así de olvidado tantas veces está máxima de comportamiento ético.